Musk, muy influyente en la industria tecnológica, vinculaba la aparición de estos robots sexuales al rápido avance de la IA, la robótica y los materiales sintéticos, pero también se refería a los desafíos éticos y sociales que podría ocasionar su aparición.
De hecho China está acelerando su producción de robots para agilizar el trabajo en sus fábricas e incluso ha organizado la primera maratón con robots y humanos.
Y es que, según Musk, los avances en sensores táctiles, unidos a los sistemas de aprendizaje automático y al diseño biomimético, es un buen escenario para crear androides capaces de simular interacciones humanas realistas y se refirió a empresas como Boston Dynamics, que ya ha demostrado su capacidad para crear robots. El siguiente paso sería adaptarlos a un contexto íntimo.
El CEO de Tesla y SpaceX ha dejado claro que no es que vaya a respaldar ningún proyecto de este tipo, sino que se limitaba a explicar lo que según lo que estaba observando pasaría en unos cinco años. Además, insistió en la necesidad de que haya un marco regulatorio en este sentido.