Bebés durmiendo

Experta en sueño infantil: «Es un error pensar que los bebés deben dormir muchas horas»

¿Por qué los padres duermen tan mal?

Lucía Villalba

El primer año siendo padre o madre es muy complicado. La mayoría de los estudios aseguran que hay un gran deterioro en la calidad del sueño de los progenitores, siendo las madres las más perjudicadas. Así lo asegura un informe Sleep of mothers, fathers, and infants: a longitudinal study from pregnancy through 12 months publicado por Oxford Academic.

¿Por qué los padres duermen tan mal? Pues bien, hay muchos factores que intervienen, el bebé va pasando por las distintas fases del sueño, y van aumentando sus microdespertares para poder sobrevivir, también para alimentarse.

La adaptación a convertirte en progenitor supone un gran cambio en sus momentos de descanso, y en el caso de las madres, a compaginarlo con su postparto y todo lo que conlleva. La expresión «dormir como un bebé» a menudo parece una broma, ya que la mayoría de los bebés se despiertan varias veces durante la noche, lo cual es completamente normal.

¿Cuántas horas de sueño debe tener un bebé?

«Un bebé que duerme bien no es necesariamente aquel que duerme muchas horas continuas, sino aquel que descansa según sus necesidades y su edad«, así lo explica Olga Sesé, la primera asesora del sueño infantil certificada en España a la web de Informativos Telecinco. Ella lleva más de diez años ayudando a las familias a gestionar las rutinas para dormir.

Ella acompaña a padres y madres para afrontar con positividad los problemas de sueño de sus pequeños. Ha publicado el cuento ‘Buenas noches’, ‘Miau con Beascoa‘, y, acaba de lanzar su último libro Cómo dormir a tu bebé.

Sobre las fases del sueño de los bebés, podemos decir que hay cuatro diferenciadas. En los primeros meses (0-3 meses) sus ciclos de sueño son cortos y se despiertan frecuentemente para alimentarse. En esta fase es clave ofrecer contacto, calma y un ambiente tranquilo, y favorecer la luz natural durante el día y la oscuridad por la noche para ayudarles a ir regulando su ritmo biológico.

De los 3 a los 6 meses es cuando comienzan a alargar un poco más sus períodos de sueño y se establecen unos ciclos de sueño más definidos. Aquí podemos empezar a establecer rutinas más marcadas, como el baño antes de dormir, un cuento o una nana.

Mientras que de los 6 a los 12 meses ya pueden empezar a asociar ciertas señales con la hora de dormir. Es importante mantener horarios regulares y permitirles conciliar el sueño de manera autónoma, sin forzar. También pueden aparecer despertares por angustia de separación, por lo que el acompañamiento y la seguridad emocional son fundamentales.

A partir del año muchos bebés empiezan a dormir períodos más largos, pero pueden tener regresiones por hitos del desarrollo. Mantener una rutina constante, ofrecer tranquilidad y respetar sus tiempos sigue siendo clave.

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