El reto comenzaba el pasado 31 de enero en la Antártida, donde corrió la primera maratón de su reto, para después viajar por los 7 continentes (este reto diferencia América del Norte de América del Sur), alzarse finalmente con la victoria y regresar a su ciudad natal con sus medallas y, sobre todo, con la alegría de haberlo superado.
Tras su llegada y el emotivo recibimiento de su familia, la creadora de contenido ha hablado con los medios, a los que explicaba: «Esto se ha tratado de deporte, y el deporte se trata de lograr objetivos a base de entrenamientos, de ser constante y de que cuando te propones algo hay que priorizar», y añadía: «Ha sido increíble ver a un corredor y a otro, cada uno con sus propias batallas. Hay tantas historias de superación detrás«. Finalmente reconocía que ella volvía a ‘una realidad feliz’, aunque otros muchos vuelven a ‘una realidad dolorosa’.
Y es que no ha sido fácil para ella. Tanto esfuerzo le provocó síntomas como vómitos, el síndrome de fascia lata e incluso tener la piel carbonizada por las altas temperaturas, algo sobre lo que ha reconocido: «Sé que resulta banal pero os soy honesta, me acomplejé mucho con mis quemazos. Me veía arrugada e inflamada, los labios partidos, la piel despellejándose y supurando. Pensaba en los primeros planos del documental y odié mi cara como nunca».
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